5. La
contaminación ambiental del río Bogotá
El río Bogotá nace a unos 3.400 msnm en
el Alto de la Calavera, Municipio de Villapinzón al nororiente de Cundinamarca. Recorre
cerca de 370 Kms. de longitud en dirección suroccidente y desemboca en el río Magdalena a una
altura de 280 msnm, en el Municipio de Girardot.
En este recorrido la cuenca del río Bogotá drena una superficie de 599.561 hectáreas, siendo sus principales tributarios, los ríos San Francisco,
Sisga, Siecha, Tibitó, Teusacá, Chicú, Juan Amarillo, Fucha, Tunjuelo,
Balsillas, Soacha y Muña en la cuenca alta y, Calandaima y Apulo en su cuenca baja.
Constituye así mismo el eje fundamental y principal elemento del sistema hídrico del
Distrito Capital y actúa como límite occidental de la ciudad y como elemento articulador
entre el área urbana y el área rural de la Sabana.
El río Bogotá es la principal fuente hídrica de la Sabana de Bogotá
y el receptor de los aportes domésticos de cerca de siete millones de personas, ubicadas
básicamente en la ciudad de Santa Fe de Bogotá. El 90% de la carga contaminante del río
llega a través de los ríos Salitre o Juan Amarillo, Fucha y Tunjuelo. Un 30% de este
caudal proviene de la cuenca del Salitre, un 39% del Fucha y un 21% del Tunjuelo, estando
compuesto el 10% restante por los aportes combinados de las subcuencas de Torca, Conejera,
Jaboque, Tintal y Soacha.
La ausencia actual de tratamiento de las aguas residuales generadas
hacen que el río se encuentre en un estado muy avanzado de contaminación la cual produce
efectos ambientales adversos sobre toda la ciudad al convertirse en generadora de
enfermedades y afectar la agricultura de los municipios de su cuenca baja. Así mismo,
impacta negativamente sobre otros elementos del medio como los lechos de los ríos, el
hábitat de la fauna, la ictiofauna, la calidad de los alimentos, el suministro de agua
potable y la generación hidroeléctrica.
5.1 PROGRAMA DE DESCONTAMINACIÓN DE
LAS AGUAS RESIDUALES DE bOGOTÁ
Debido a la magnitud y
trascendencia nacional de la problemática ambiental del río Bogotá y teniendo en
cuenta que el 90% de su contaminación es generada por los vertimientos de las aguas
residuales domésticas y el 10% por los vertimientos industriales, se concibe la
descontaminación del río Bogotá mediante la ejecución de una estrategia integral de
saneamiento de la cuenca del río Bogotá que combina la construcción de la Plantas
de Tratamiento de Aguas Residuales del Salitre, la Asistencia Técnica y Transferencia de
Tecnología a la Pequeña y Mediana Empresa - PYME y el Control y Monitoreo a Vertimientos
Industriales.
Por esta razón, paralelamente al proyecto de construcción de las 3
plantas de tratamiento se ejecutan los proyectos de Transferencia de Tecnología a la
Pequeña y Mediana Empresa - PYME y el Control y Monitoreo a Vertimientos Industriales. El
proyecto de construcción de plantas se conecta con el Manejo y Conservación de
Ecosistemas Urbanos, en la medida en que la protección de las rondas de los ríos y
humedales hace parte de una estrategia global de saneamiento del río.
El Proyecto de
Construcción de las Plantas de Tratamiento del Salitre, Fucha y Tunjuelo se ubica dentro de la prioridad de "Ciudad a Escala
Humana" del Plan de Desarrollo "Por la Bogotá que Queremos" 1998-2001 y
tiene por objetivo "disminuir la contaminación y reducir los niveles de DBO y SST
del curso medio e inferior del río Bogotá a su paso por el Distrito Capital, permitiendo
disminuir el problema de la contaminación del río y sus efectos sobre las poblaciones
ribereñas localizadas aguas abajo de la Capital".
Parte del programa y el aporte de esta administración en el mismo, fue
la construcción de a Planta de tratamiento de aguas residuales El Salitre, cuya
construcción inició en 1998. Se ejecutó la Fase I, es decir, el tratamiento primario
(remoción del 40% de carga orgánica y 60% de sólidos suspendidos). El 17 de septiembre
del año 2000 entró en operación. La planta está programada para tratar un promedio de
4m3/s y reducir un 9% la carga orgánica y sólidos suspendidos totales aportados al río
Bogotá. En año 2001 se debe realizar la evaluación técnica, ambiental y económica de
la operación de la planta Salitre Fase I.
El Proyecto de construcción y operación de las Plantas generó
aproximadamente 450 empleos directos, 50% de la localidad de Suba, 30% de Engativá y 20%
de otras localidades.
La ubicación de las plantas corresponde a la
mostrada en la siguiente figura.
El Diseño de las plantas de
tratamiento ha sido concebido para retirar materia orgánica y sólidos en suspensión de
aguas residuales, por lo cual los otros contaminantes del río deben ser tratados antes de
su vertimiento (Control y Monitoreo
de Vertimientos Industriales) ya que no es posible
construir plantas distintas para el tratamiento de los desechos industriales. Cada
industria es responsable de sus desechos y el Estado no puede ni debe asumir esa
responsabilidad.
La Adquisición y Legalización de Predios para la construcción
de las plantas son responsabilidad del Distrito Capital.
El Manejo Técnico, Ambiental e Interventoría de Obras están a
cargo del DAMA, como Autoridad Ambiental en el D.C.
La Construcción de las plantas se adelanta mediante contrato de
concesión con la empresa Degremont
Lyonaise des Ava - Bogotana de Aguas y Saneamiento,
la cual construirá, operará y administrará la planta del Salitre durante 30 años
(incluidos los tres de construcción), asumiendo la totalidad del costo de las obras. El
pago de la concesión se realizará mediante el pago de una tarifa por el tratamiento del
agua a través del Fondo Cuenta Río Bogotá.
La Financiación del proyecto consta de dos partes: La primera,
correspondiente a la construcción de las obras, que debe ser costeada por la empresa
concesionaria, para lo cual acudió a la banca internacional para gestionar el 75% de los
recursos necesarios con el aval del D.C. La segunda, constituida por los gastos en los que
incurra el D.C. durante la concesión, es decir la compra de predios, interventoría y
pago por metro cúbico de agua tratada, para lo cual se creó en enero de 1996 el Fondo Cuenta para la Descontaminación del Río
Bogotá, cuyos recursos son manejados mediante
fiducia con FiduPopular y que consta de tres fuentes: el Fondo Nacional de Regalías, el
50% del Porcentaje Ambiental del Impuesto Predial y, los Rendimientos Financieros
generados por el Fondo Cuenta.
De acuerdo con los fondos existentes en el Fondo Cuenta y las
proyecciones para los próximos años, los recursos alcanzaría para la compra de predios,
la operación por concesión de la planta Salitre Fase I y cubrir algunos costos de
operación de Salitre Fase II. Sería necesario recurrir a la transferencia a los usuarios
para cubrir los costos de las plantas Fucha y Tunjuelo.
La Ejecución de las Obras. Teniendo en cuenta que la cuenca del
río Salitre aporta solo aguas residuales domésticas puesto que en ella no funcionan
industrias, se decidió iniciar los trabajos de construcción con la Planta del Salitre, con el propósito de que el sistema de control y monitoreo de vertimientos
industriales esté lo suficientemente avanzado para cuando las plantas de Fucha y Tunjuelo
entren en operación. El siguiente gráfico muestra un Cronograma de Ejecución de las
Obras.
Fase I: Tratamiento primario: remoción
del 40 % de carga orgánica y el 60% de sólidos suspendidos.
Fase II: Tratamiento secundario: calidad efluente final de menos de 20 mg/l de DBO5 y
menos de 30 mg/l de sólidos suspendidos.
Efecto de las Plantas sobre el
Río.- El efecto ambiental de las plantas se mide con base en la reducción de carga
orgánica y sólidos suspendidos totales, únicos parámetros sobre los cuales existe
compromiso contractual, por tratarse de plantas diseñadas básicamente para el
tratamiento de vertimientos domésticos.
Un primer análisis se realizó estimando el porcentaje de reducción
acumulado de aportes de carga orgánica y sólidos suspendidos de los vertimientos finales
sobre el río Bogotá, en la medida que van entrando en funcionamiento las plantas, como
se muestra en las siguiente gráfica.
El resultado indica que con la operación de la Planta Salitre Fase I,
el impacto sobre el río Bogotá es mínimo, con una reducción del 9% de aporte de carga
orgánica y 9% de aporte de sólidos suspendidos totales.
La eficiencia del sistema se reduce por las conexiones cerradas y los
vertimientos directos al río. Así, aunque los resultados de la reducción de aportes que
se presentaría con las tres plantas operando en sus dos fases es de 69% de carga
orgánica y 76% de sólidos suspendidos totales, sobre el río la reducción real de
aportes es de 65% y 70% respectivamente.
La Planta del Salitre. Las
obras civiles se iniciaron a finales de 1997 y entró en operación el 17 de septiembre
del año 2000, el objetivo es que la planta opere con un caudal de tratamiento de
4 m3/seg de aguas residuales. Las
siguiente Figura muestra una de la Planta El Salitre.
Las Plantas de Fucha y Tunjuelo. Las
actividades para la construcción de estas plantas se han orientado hacia los
levantamiento topográficos de las mismas y las acciones pertinentes (avalúo de predios
por parte del IGAC) para la reserva de tierras a fin de comprar los predios en los que se
construirán.
La siguiente Tabla muestra algunos indicadores de la gestión
financiera adelantada por el Proyecto de Descontaminación del Río Bogotá durante la
vigencia de enero de 1998 a Diciembre de 2000.
Las metas previstas para la ejecución del proyecto se asocian no
solamente con el avance de la construcción de la planta El Salitre sino también con el
manejo financiero de los recursos que fortalecen el Fondo Cuenta.
No obstante, es necesario aclarar que se ha presentado una disminución
en las fuentes de recursos del Fondo Cuenta por los siguientes motivos:
- La eliminación de los recursos provenientes del Fondo Ambiental de la EAAB (los cuales
fueron transferidos por una sola vez durante la vigencia de 1996 por un monto de $2,142.56
millones de pesos), cuya fuente fue eliminada del presupuesto de esta entidad, al no tener
soporte jurídico frente a lo dispuesto en la Ley 99/93.
- El Distrito Capital y la CAR suscribieron en 1997 un convenio para transferir
directamente desde la Tesorería Distrital al Fondo Cuenta, el 50% del Porcentaje
Ambiental del Impuesto Predial, lo cual se cumplió sin problemas hasta la vigencia de
1997. Para 1998, la CAR decidió no autorizar al Distrito la transferencia directa al
Fondo Cuenta de los $21,500 millones correspondientes a esta vigencia, lo que incidió
desfavorablemente en los rendimientos financieros del Fondo Cuenta, los cuales, colocados
a una tasa anual promedio del 29%, hubieran generado recursos adicionales aproximados a
$3,000 millones de pesos.
|