4.2. Subprograma de Desmarginalización
Ambiental
Este subprograma comprende los proyectos y acciones de mejoramiento
ambiental, que se requieran como parte del tratamiento de desmarginalización.
El desarrollo de una gran ciudad, especialmente en países en vías de
desarrollo, se caracteriza por la formación de áreas marginales, ambiental y
socioeconómicamente deprimidas. Éstas funcionan como una especie de "bolsas de
entropía", donde se acumula el saldo de la insostenibilidad, inequidad y falta de
competitividad económica del desarrollo urbano, regional y nacional.
La consolidación de estos asentamientos en condiciones de
subnormalidad representa, no sólo un bloqueo de las opciones de desarrollo del territorio
y la sociedad, sino un proceso "tumoral" de desordenamiento urbano y regional,
que se refuerza y acelera a sí mismo, alejándose de las posibilidades técnicas,
económicas y sociales de solución.
Debido a la mutua retroalimentación entre la marginalidad
socioeconómica y la degradación ambiental, es preciso romper el ciclo en estas áreas,
coordinando acciones complementarias de recuperación ambiental y desmarginalización
socioeconómica, dentro de un tratamiento urbanístico integral.
4.3. Subprograma de Ecourbanismo
Este subprograma aborda una serie de proyectos y acciones, encaminados
a incorporar criterios formales y funcionales de sostenibilidad en el urbanismo de la
ciudad, en cuanto a planificación, diseño y construcción.
La planificación urbanística se traduce en determinadas necesidades
de localización, equipamiento, desplazamientos y en un patrón de accesibilidad concreto.
De la misma manera, la gestión urbana interviene en estos atributos, a través de
múltiples instrumentos complementarios: desde los incentivos económicos a las políticas
de descentralización administrativa, pasando por las regulaciones que establecen el marco
para muchos comportamientos colectivos ligados al desarrollo físico de la ciudad y las
actividades productivas.
La segregación-integración de actividades en el espacio; el
establecimiento de reglas para la localización de actividades, que potencialmente
interactúan de forma excluyente en su mezcla con otros usos; y el mejoramiento de los
sistemas de informática y telecomunicaciones son, entre otros, posibles mecanismos que
tienden a reducir las distancias y los tiempos, para acceder a bienes y servicios
aumentando la accesibilidad de manera sostenible.
La conformación de las centralidades previstas en el POT, debe
configurar un sistema jerárquico que estructure el tejido urbano alrededor del centro
metropolitano y de centros menores, caracterizados por concentrar actividades de soporte
como comercio y servicios y equipamientos de carácter regional, urbano, zonal y vecinal
complementarios a la vivienda. El objetivo es que éstos posibiliten una accesibilidad
directa a los sistemas generales que, por su localización equidistante respecto a los
sectores que sirven, permitan consolidar un territorio funcional. Lo anterior, sumado a la
racionalización de costos de la descentralización, podrá aumentar la accesibilidad
física, la equidad social y la inclusión urbana.
4.4. Subprograma de Monitoreo de la Calidad Ambiental Urbana
Este subprograma aborda el montaje y/u optimización de las redes de
monitoreo que, integradas al Sistema de Información Ambiental (SIA), deberán brindar las
principales herramientas para el seguimiento y evaluación de la calidad ambiental urbana.
Atendiendo al marco conceptual que sirve de base al Plan Maestro de Gestión Ambiental,
las redes de monitoreo arrojan la información necesaria para la construcción y
alimentación del sistema de indicadores de calidad ambiental, cuyo estado permitirá la
evaluación a tiempo real y multitemporal de la calidad ambiental urbana. Gracias a ésto,
será posible medir y evaluar los logros alcanzados con la aplicación de la política
ambiental y la ejecución de los programas y proyectos de la gestión ambiental, así como
realizar una planeación anual sobre bases objetivas, referidas al establecimiento de un
sistema de prioridades que indicará los subprogramas y proyectos sobre los cuales es
necesario incidir de manera perentoria. De esta manera, se pueden alcanzar los objetivos
generales y específicos de la gestión ambiental, en procura de mejorar la calidad de
vida dentro del territorio distrital.
En la misma dirección, el análisis de la información suministrada
por las redes de monitoreo de calidad ambiental, deberá conducir a la definición y
reglamentación de los estados de alarma, prevención y alerta por contaminación, así
como a la definición de las medidas especiales, que la administración deberá abordar
para contrarrestarlos, en atención a lo establecido por el Acuerdo 19 de 1996.