Función: pionera herbácea de laderas altas, en subpáramos primarios y secundarios.
Nombres comunes: cortadera.
Descripción: gramínea fasciculada (macolla), de hojas largas de bordes finamente aserrados y muy cortantes (son los pastos altos amarillentos entre las rocas de la foto, arriba). El porte es muy variable (30–120 cm de alta). Se distingue fácilmente por su color claro, por la espiga alta y coposa y por un rasgo clave: las hojas muertas se enrollan en el interior de la macolla, formando como rizos amarillentos entre las bases de las hojas nuevas.
Posición ambiental: 2800–3400 msnm. Suelos pesados, con drenaje lento a deficitario y atmósferas frías. Estas demandas las suple en dos situaciones típicas: la primera, franjas riparias y pantanos de subpáramos primarios; la segunda, en suelos degradados (superficiales) con abundante roca expuesta y clima paramizado, frecuente en los subpáramos secundarios de Usaquén y San Rafael. Helióflila estricta; soporta sombreado muy ligero en matorrales y rastrojos abiertos.
Posición sucesional: pionera herbácea. Forma parte del clímax del rastrojo ripario de rodamonte, amargoso y cortadera (Escallonia myrtilloides + Ageratina aristeii + Cortaderia nitida) así como extensos pajonales arbustivos en los subpáramos secundarios de los Cerros Orientales, donde facilita el establecimiento de oportunistas de subpáramo, elementos del cordón de Ericáceas y precursores del ascenso del límite superior del bosque.
Aplicación: su morfotipo es ideal para la construcción de pequeños microclimas y la protección y formación de pequeños enclaves de suelo en regeneración. Es una gran herramienta para la restauración de suelos erosionados en zonas paramizadas. En barreras sirve para el control del viento y la escorrentía. Baja palatabilidad, barreras antiganado.
Otros usos: inflorescencias ornamentales.
Propagación: por semilla, útil en la composición de sopas biológicas y otras fórmulas multisemilladas (de siembra directa, tras inmersión). Propagación vegetativa fácil por fascículos. |