Función: inductor preclimácico priseral del cordón de Ericáceas en la sere de ascenso del límite superior del bosque.
Nombres comunes: tagua.
Descripción: arbolito o árbol mediano (= 8 m). Hojas simples opuestas elípticas (5–10 cm); marcadamente dorsiventrales, haz lustroso verde oscuro, rojizo a púrpura, envés verde claro con puntos oscuros densos; nervios secundarios inconspicuos. Ramitas ligeramente cuadradas. Corteza externa café oscura; corteza interna amarillenta con vetas blancas. Tronco sinuoso, copa globosa. Parásito radical, tiende a recostarse en árboles vecinos. Inflorescencias en densas panículas apicales verde claro en botón, crema a blanco en floración, amarillo canario en fruto.
Posición ambiental: 2900–3300 msnm. Suelos ligeros a francos, superficiales y poco desarrollados. Fuerte exposición a viento y radiación. Humedad atmosférica variable, prefiere alta. Típica del límite superior del bosque. Frecuente ruderal. Focos de erosión y escarpes.
Posición sucesional: aunque Loranthácea, forma parte del cordón de Ericáceas, junto a Macleania y Cavendishia. Típica mesoseral, puede, sin embargo, establecerse como pionera y precursor leñoso. Forma parte típica de la subsere del encenillal medio y alto.
Aplicación: restauración de focos de erosión severa. Inducción de matorrales y rastrojos del subpáramo secundario. Ascenso del límite superior efectivo del bosque.
Otros usos: la madera, muy dura, se ha usado tradicionalmente como material para las mejores yuntas.
Propagación: por semilla. Los frutos se recogen oscuros. Se despulpan, escarificación, inmersión 48 horas. Puede ayudar la predigestión en agua acidulada. Siembra a 3 mm de profundidad en surcos en almácigo. |