HISTORIA
Hay muchas clases
de metales, pero casi todos se distinguen por ser cuerpos sólidos, duros,
con brillo, fríos al tacto, y fundirse a altas temperaturas. Gracias a
los metales los hombres han podido crear instrumentos con los cuales se
ha transformado y mejorado su modo de vivir.
Aunque el primer metal
descubierto por el hombre fue el cobre, éste no fue de gran utilidad hasta
que aprendieron a mezclarlo con el estaño para obtener el bronce. Con
el bronce se podían fabricar utensilios mucho más duros y útiles
que con el cobre; el bronce era un metal resistente a la corrosión y resultaba
fácil de fundir y volver a moldear.
La gran utilidad de
metales como el bronce o el hierro hizo que los pueblos que los poseían
lograran un mejor desarrollo. La búsqueda de los minerales de los que
se pudiera obtener metal abrió nuevos caminos al comercio; en muchos casos,
los pueblos que tenían y fundían esos metales cambiaban sus apreciados
objetos de bronce y de hierro por cosas que necesitaban y que otros tenían
en abundancia.
Los artistas pronto
encontraron en el bronce un material ideal para realizar esculturas, relieves,
vasijas y muchos otros objetos artísticos.
Las herramientas y
utensilios metálicos tenían la ventaja de poder ser reparados, moldeados
o afilados con facilidad mediante el fuego de la forja, el martillo y
el yunque del herrero.
Durante mucho tiempo,
cuando no existían las armas de fuego, la mejor manera de atacar sin ser
herido consistió en cubrirse todo el cuerpo con la mayor cantidad posible
de hierro. Para ir a la guerra los caballeros se ponían pesadas armaduras
que, aunque les impedían moverse con agilidad resultaban muy útiles a
la hora de recibir todo tipo de golpes.
Aunque todos los metales
tenían su importancia, los hombres dieron un precio especial al oro y
la plata, que por su belleza y escasez fueron llamados metales preciosos,
utilizados como moneda y joyas.
Con la aparición de
las armas de fuego fue necesario producir mucha más cantidad de metal.
Sobretodo para el empleo de la artillería en las guerras se necesitó
de grandes cantidades de bronce y de hierro, para poder fabricar cañones,
proyectiles y morteros sólidos y pesados.
Muchos inventos habrían
sido imposibles si los hombres de ciencia no hubiesen conocido las propiedades
de algunos minerales, como el magnetismo del hierro y el níquel, la gran
capacidad que poseen para conducir la electricidad y el calor el cobre
y la plata, lo moldeable del plomo o lo práctico que es el estaño para
hacer soldaduras.
Transcurrieron muchos
siglos hasta que los constructores de barcos se convencieron de que un
casco de hierro o acero puede flotar también como uno de madera, con la
ventaja de aguantar mejor la fuerza del mar y no corroerse con el salitre
(sal marina). Los cascos metálicos resultaron especialmente útiles en
los buques de guerra, que podían resistir más de un cañonazo sin romperse.
Al avanzar la industria
del automóvil, el metal alcanzó una importancia extraordinaria. Pensemos
en los millones de motores, carrocerías y accesorios metálicos que han
sido necesarios para la fabricación de tantos vehículos a lo largo de
los años desde que el automóvil hizo su aparición.
Un nuevo medio de
transporte viene a sumarse a los ya conocidos: el avión. Y transcurren
pocos años desde que aparecen los primeros modelos de madera y tela hasta
los aparatos enteramente metálicos, al tiempo que se comprueba la tremenda
utilidad de la aviación como arma de guerra. La moderna industria de armamento
es insaciable consumidora del metal.
Se considera como
el más útil de todos los metales al acero, que consiste en una mezcla
de hierro con carbono. La industria del acero o industria siderúrgica
ha sido necesaria para que funcionen muchas otras industrias que trabajan
con este metal: construcción, ferrocarriles, automóviles, latas de conservas...
Hoy día se producen
infinidad de aceros de todo tipo en gigantescas plantas siderúrgicas.
Hay metales descubiertos no hace mucho tiempo que han demostrado tener
unas propiedades excelentes. Gracias, por ejemplo, a la ligereza y resistencia
de metales, como el aluminio y el titanio ha sido posible construir los
grandes y rápidos aviones de pasajeros que vuelan hoy, e incluso los cohetes
y naves espaciales que llevaron al hombre a la luna.
Es probable, que muchas
cualidades de ciertos metales sean aún desconocidas. Los metales
son tan útiles y utilizados que en la casa encontramos gran variedad de
ellos. Por ejemplo, el acero en las ollas, la lavadora, la nevera, en
el motor de la licuadora y en las chapas de las puertas. El hierro se
encuentra en la estructura de las casa haciéndolas más resistentes. Como
ves los metales son de gran importancia para la vida moderna. Volver
RECICLAJE
DE METALES
- Se recogen y clasifican
los diferentes metales
- Las latas de aluminio
y acero se comprimen en bloques para transportarlas a la planta.
- Las latas comprimidas
se meten en una trituradora para desmenuzarlas.
- Un enorme imán
que se sitúa sobre el metal, separa el acero del aluminio. Los dos metales
tendrán una aventura diferente en su proceso de reciclaje.
- En el caso del
aluminio, este se funde y moldea en lingotes de 25 toneladas.
- Los lingotes de
aluminio se funden y pasan por rodillos para formar laminas finas, haciendo
así latas nuevas.
- En el caso del
acero por ejemplo, las latas de conservas están formadas por un 99%
de acero, forrado en el interior con una fina capa de estaño evitando
así la oxidación del material que contienen.
- Se colocan estas
latas en un cubo con agua sometiéndolo a electricidad y sustancias químicas,
la reacción obtenida es que el estaño flota separándolo así del acero.
Para continuar el proceso de reciclaje.
- El acero puro se
lava e introduce en la fundidora para hacer lingotes.
- Los lingotes de
acero se funden y pasan por rodillos formando así laminas finas en hojas
delgadas para hacer latas nuevas.
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