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<p>Se despierta en una habitación encerrada, por el frío, probablemente con tapete. Desde que se acostó la habitación no se ventiló. Lamentablemente, muchas de las habitaciones de los barrios de origen ilegal no ventilan hacia la calle. Esto hace que sean muy difíciles de ventilar. Si tuviéramos buenos hábitos, lo primero que haríamos al levantarnos es abrir de par en par las ventanas para que el aire matutino (que es el más limpio) renueve el aire de toda la casa. El aire limpio y fresco de la mañana nos ayudaría a despertarnos. </p>
<p>Lamentablemente, nuestro organismo detecta mejor el frío que el dióxido de carbono y los demás contaminantes que suelen habitar en una vivienda. Tal vez por eso, solemos dejar la casa cerrada para no irnos a enfriar. En términos generales, nuestro organismo está mejor preparado para soportar el frío de la mañana bogotana que los contaminantes apenas perceptibles de nuestras viviendas. </p>
<p>Vamos a la cocina en dónde otra vez pueden existir problemas de ventilación que se recrudecen con la combustión de la estufa y los calentadores de agua. La Agencia Ambiental de los Estados Unidos ha detectado que la calidad del aire puede ser entre 5 y 20 veces peor en los espacios cerrados que en el espacio público. </p>
<p>Tal vez alguien se quede en casa y a eso de las 8 ó 9 de la mañana abra las ventanas para ventilar las habitaciones. Justo a la hora de mayor contaminación del día, lo cual no es una buena idea, ya que entrará el material particulado de pequeño tamaño conocido por los expertos como PM10 y por las amas de casa como polvo, junto con otros compuestos en cantidades inferiores. </p>
<p>Salimos temprano de la casa hacia el colegio o el trabajo. Algunos pocos ciudadanos se desplazarán a pie o en bicicleta. Si tienen suerte harán este ejercicio por vías poco contaminadas. De lo contrario, es posible que lo que consideran un buen ejercicio matutino, se convierta en un factor de deterioro de su salud. </p>
<p>Si optamos por el transporte público, seremos cómplices de su contaminación y tal vez seamos víctimas de la mala ventilación que es frecuente en buses y busetas. El vehículo privado también contamina. También podemos ser víctimas de la mala calidad del aire al interior de nuestro vehículo. Las calles son focos de contaminación y los conductores no saben si abrir la ventana para ventilar el carro, o cerrarla para que no entre contaminación. En todo caso, si compró carro y todavía huele a “nuevo” lo mejor es que abra las ventanas pues el olor a “nuevo” lo producen compuestos orgánicos volátiles (de disolventes y pegantes) y muchos de ellos son cancerígenos. </p>
<p>Llegamos al trabajo. Si es en una oficina, suele haber un gran dilema. Si se abren las ventanas para ventilar, entra frío y ruido. Si se cierran, no se ventila el espacio. Una oficina debe intercambiar con el exterior unos 15 litros de aire por persona por minuto. Si la oficina tiene un techo bajo y muchas personas, esta exigencia debe ser más fuerte. </p>
<p>Bogotá tiene una temperatura promedio un poco por debajo del rango de confort para el ser humano. No es tan baja como para poner calefacción. Con un poco de arquitectura bioclimática podemos incrementar la temperatura de las edificaciones sin sacrificar la ventilación. Sólo aprovechando inteligentemente la energía solar. </p>
<p>Si su sitio de trabajo no tiene buena ventilación, los empleadores deben estar dispuestos a sacrificar la productividad y salud de sus empleados. La mala ventilación genera una sensación de calor, adormecimiento y menor lucidez en las decisiones de los empleados. El cerebro funciona mejor con aire limpio. Si se ponen ventiladores de aspas no se logra mayor cosa, pues la mayor parte de los que he visto, lo único que hacen es disminuir la sensación de calor que genera el dióxido de carbono, pero no limpia el aire. </p>
<p>Para limpiar el aire se requiere planificar lugares en la edificación sobre los cuales se debe calcular el caudal de aire proporcional al número máximo de usuarios del edificio y su actividad. Luego se debe identificar puntos de entrada de aire al edificio y puntos de salida del mismo. (los baños siempre deben ser puntos de salida) Con un poco de ingenio podemos poner los puntos de entrada en las partes más bajas del edificio y los de salida arriba. De esta manera, aprovechamos el principio físico que hace subir el aire caliente para mover el aire. </p>
<p>Los sitios en dónde se agrupa mucha gente, como en bancos o centros comerciales, he detectado problemas muy graves de ventilación. Quienes más padecen esta situación son sus administradores y empleados. Muchas veces la seguridad de los bancos se convierte en enemiga de la correcta ventilación. </p>
<p>Otras personas tienen empleos directamente relacionados con lugares más contaminados. Son los conductores, policías de tránsito, vendedores ambulantes o empleados de industrias. Cuando veo un taxi, un bus o un camión mal sincronizado y contaminando, me pregunto si su conductor no es consciente de ser la primera víctima de su negligencia. También me imagino que los policías de tránsito toman su papel de multar a vehículos contaminadores como algo que los afecta a ellos como seres humanos. </p>
<p>Todas estas reflexiones me llevan a pensar que tenemos una responsabilidad importante sobre la calidad del aire que cada uno de nosotros respira. No deja de sorprenderme la negligencia de algunos conciudadanos para con su propio aire. Hace unos días me encontraba caminando a las seis de la tarde por la carrera 13 llegando al parque de Lourdes, estaba bastante incómodo por la contaminación y ví a dos personas sacar un cigarrillo y prenderlo. Realmente me sorprendieron. </p>
<p>Estudiando un poco el tema de la mano de textos de psicología ambiental, llegué a algunas conclusiones: la primera, es un problema de percepción sensorial: podríamos decir que aplicamos un mecanismo de defensa que bloquea nuestras sensaciones, dado que es poco lo que podemos hacer por la calidad del aire. De esta manera perdemos conciencia de la situación. Es como si apagáramos el detector natural de calidad del aire que tenemos. </p>
<p>La segunda conclusión se deriva de la anterior. El apagar el detector de calidad del aire, no soluciona el problema, tan solo lo oculta. ¿Qué pasa entonces? Nuestro organismo genera una serie de reacciones físicas y químicas de defensa ante el ambiente hostil. Entre ellas un incremento de la adrenalina, que es un estimulante natural. El organismo incrementa su capacidad de reacción aunque pierde visión global o sensatez en sus decisiones. Estas reacciones se conocen como estrés biológico o ambiental (que es diferente del estrés psicológico producido por causas físico químicas el primero, y psicológicas el segundo) La permanente presencia en ambientes hostiles genera un estado permanente de estrés biológico. El estrés debería ser una situación excepcional del organismo. Quien lo padece de forma cotidiana, bien sea por causas psicológicas o biológicas, tiene un alto requerimiento de sustancias estimulantes. </p>
<p>No es de extrañar que quienes se ven sometidos regularmente a estrés de cualquier tipo suelan tomar estimulantes como el café, el té o la nicotina del cigarrillo. </p>
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